El lehendakari, Imanol Pradales, en la sesión de designación, a 20 de junio de 2024

El lehendakari, Imanol Pradales, en la sesión de designación, a 20 de junio de 2024 PNV

Opinión

La seguridad europea desde Euskadi: ¿qué podemos hacer?

Los planteamientos desde Euskadi para hacer frente a un mundo en constante cambio

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Vamos a empezar por una obviedad. Parece que el mundo en el que nos movemos es más inestable, más volátil e inseguro. Esto también afecta a Euskadi por mucho que nos empeñemos es aislarnos en nuestra pequeña isla o mal llamado oasis.

Algunos pensarán que en este debate, desde lo local, poco o nada tenemos que aportar, que Euskadi, al no ser un estado, no tiene competencias en materias de seguridad internacional o geopolítica. Esta visión sería tremendamente errónea por no entender la complejidad del momento en el que nos encontramos.

En esto como en todo lo que tiene que ver con la política existen marcos para interpretar la realidad y parece evidente que el marco de una comunidad autónoma sin competencias para determinar sus relaciones internacionales y su seguridad se está imponiendo en la opinión publicada, y no porque así se mencione en los grandes medios de comunicación, sino porque el debate a nivel Euskadi no existe.

Sin embargo, la necesidad de plantearnos como nos relacionamos con el exterior y qué políticas de seguridad podemos aplicar desde Euskadi es necesaria por las características de la “amenaza”.

Tenemos, por tanto, varios elementos en juego: las características y el momento de la realidad internacional, y una Euskadi que a mi entender no solo tiene la capacidad de afrontar debates sobre la seguridad, sino también la necesidad. Analicémoslas.

¿Qué es lo que tenemos en riesgo? Varios pilares: La guerra que vivimos (si es que se le puede llamar guerra) ataca principalmente a varios elementos que configuran nuestra sociedad. 

En primer lugar, nuestra soberanía. Me da igual si los lectores de este artículo se consideran vascos, españoles, ambas cosas o ninguna de ellas, su soberanía está en riesgo porque Europa ya no es la superpotencia que era y en un claro error estratégico dejo su seguridad en manos de otros países.

No es ningún secreto que estamos muy desprotegidos frente a campañas de difamación y fake news que comprometen nuestra seguridad y estas noticias falsas son los misiles tácticos que están cayendo sobre nuestras democracias

La perdida de ese apoyo hace que el viejo continente se haya convertido en una moneda de cambio, un juguete al que manejan las grandes potencias (a esto no ayuda la rara manía de Francia de caminar sola). Por tanto, debemos reforzar nuestra soberanía desde un punto geopolítico dentro de las limitaciones legales, pero aspirando a superarlas.

Es interesante la iniciativa de influencia política dentro de la Unión Europea que plantea con su fundación el exlehendakari Urkullu, pero creo que el Gobierno vasco debe profundizar más en este sentido y desarrollar planes estratégicos de influencia internacional para Euskadi. También debe plantearse que los viejos aliados de Europa, ya no lo son tanto y que avanzar en soberanía, es reforzar la posición de la UE en el mapa.

El segundo pilar que nos amenazan es nuestro sistema de bienestar. Si alguien cree que las guerras hoy en día serán peleas de ejércitos y ataques militares a la población civil, está muy equivocado. Los países no caen hoy porque decae su poder militar dentro de su territorio (una guerra clásica es demasiado costosa para los agresores y vencedores). Lo que se ataca son los pilares y el modelo de bienestar europeo, y el vasco es uno de los pilares de nuestra sociedad.

Evidentemente, esto tiene que ver con la economía y la guerra comercial planteada, que no solo son los aranceles. El gobierno vasco no puede olvidar que toda acción económica desde el gobierno debe orientarse a mejorar la vida de la ciudadanía y su bienestar. 

El apagón de abril nos puso delante de la debilidad estructural que tiene nuestro sistema de bienestar y si bien el incidente no parece ser consecuencia de un ataque, puso de manifiesto que aumentar nuestra seguridad pasa por reforzar aspectos estratégicos

Por otra parte, está la guerra cibernética. El apagón de abril nos puso delante de la debilidad estructural que tiene nuestro sistema de bienestar y si bien el incidente no parece ser consecuencia de un ataque, puso de manifiesto que aumentar nuestra seguridad pasa por reforzar aspectos estratégicos de nuestra vida como la energía y sí, hay que plantearse mayor intervención pública de determinados sectores.

Alguno dirá que el bienestar no es uno de los pilares de nuestra sociedad. Es negar la evidencia y la importancia del tercer pilar: la democracia.

Las sociedades europeas han construido democracias fuertes en base al bienestar y esa democracia del bienestar también está bajo ataque, desde fuera y desde dentro. Que se lo digan a Rumanía cuyo sistema democrático ha estado a punto de colapsar debido a las injerencias rusas con el fin de favorecer a la ultraderecha.

Lo mismo para Reino Unido o Alemania con las incursiones agresivas de Elon Musk y el vicepresidente de EE. UU., J.D. Vance (con financiación de campañas de la ultraderecha) en sus elecciones.

No es ningún secreto que estamos muy desprotegidos frente a campañas de difamación y fake news que comprometen nuestra seguridad y estas noticias falsas son los misiles tácticos que están cayendo sobre nuestras democracias. 

El Gobierno vasco aquí sí tiene margen de maniobra. Sacar adelante la ley de transparencia es un principio, pero se debe avanzar más en la mejora de nuestra democracia.

Hasta aquí los pilares que están bajo ataque, pero la siguiente pregunta es: ¿Quién nos ataca? Rusia, China, EE. UU, Marruecos, etc. Esta tampoco es una respuesta fácil de responder, pero voy a dejar un dato: para la mayoría de la población vasca, la mayor amenaza a su seguridad viene del otro lado del Atlántico y no desde Asia, África o la propia Europa.

No quiero decir con esto que no haya amenazas en esos lugares, sino que no podemos ser dogmáticos ni maniqueos en esta materia. Nuestro viejo aliado ya no lo es y la amenazada que ellos representan es importante. En realidad, esto no va de países, va de que quien nos amenaza lo hace desde el autoritarismo. Ahí es donde nos la jugamos.