Mujer cocinando / Freepik

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Gastronomía

Es típico de Euskadi y triunfa en España: la receta vasca baja en calorías y alta en proteínas

Un plato de gran tradición en la cocina vasca, con escasa cantidad de grasa y sin azúcares, ideal para quienes deseen gestionar sus calorías

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Euskadi es conocida por su gastronomía de calidad y nutritiva. Una de las recetas vascas que más se demanda y replica es el bacalao al pil pil. Un plato que hace honor a la cocina vasca por su sencillez, respeto por los ingredientes de calidad y su técnica culinaria

El bacalao es un pescado blanco con bajo contenido graso, pero esa grasa está compuesta principalmente por ácidos grasos omega-3, beneficioso para la salud cardiovascular, incluida la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas y la regulación de la presión arterial. Además, es una excelente fuente de proteínas de alto valor biológico, esenciales para el crecimiento y reparación de tejidos.

Un pescado rico en potasio, un mineral esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso, y en fósforo, fundamental para la salud cerebral y el desarrollo de los niños en crecimiento. Contiene vitamina D, vitamina B12, vitamina B6, niacina, fósforo y selenio.

Una delicatessen excepcional. Su carne melosa, firme y muy sabrosa hace que sea uno de los favoritos para llevar a la mesa. Su versatilidad permite cocinarlo de numerosas formas desde las más tradicionales hasta la más innovadora o vanguardista.

El bacalao es un pescado muy liviano, con escasa cantidad de grasa y sin azúcares, pero saciante, ideal para quienes deseen gestionar sus calorías. En cambio, incluye otros nutrientes bastante beneficiosos para la salud.

Ingredientes

  • 4 trozos de bacalao desalado (preferentemente de buena calidad)

  • 4 dientes de ajo

  • 1 guindilla (opcional)

  • 1/2 litro de aceite de oliva virgen extra

  • Sal y pimienta al gusto

El proceso de preparación es lo que marca la diferencia entre un bacalao al pil pil mediocre y uno sublime. Primero, en una cazuela de barro, se calienta el aceite a fuego lento, añadiendo los dientes de ajo enteros, con piel, y la guindilla. El objetivo es que el aceite se aromatice con el ajo sin que llegue a dorarse, ya que, si el ajo se quema, amargaría la salsa. El bacalao, por su parte, debe cocinarse a fuego suave para que no pierda la gelatina de sus huesos, que es lo que ayudará a ligar la salsa al pil pil.

Cuando el bacalao comienza a soltar su gelatina, se debe mover la cazuela con movimientos circulares, no con cucharas, para que el aceite se emulsione con la gelatina, creando esa salsa sedosa que caracteriza al pil pil. Este paso requiere paciencia, ya que el proceso puede llevar varios minutos hasta que se obtiene la consistencia deseada. Una vez alcanzada la textura correcta, se prueba de sal y se sirve inmediatamente.

El bacalao al pil pil sigue siendo un plato de gran tradición en la cocina vasca. Sin embargo, lo que lo hace tan especial es la forma en que se transmite, como un legado familiar. Las abuelas vascas, con sus manos sabias y generosas, continúan enseñando a sus hijos y nietos la importancia de la paciencia y la dedicación en la cocina, algo que no cambia con el tiempo.