La alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta, en una asamblea vecinal sobre el proyecto eólico de Statkraft

La alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta, en una asamblea vecinal sobre el proyecto eólico de Statkraft

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Todas las grandes promotoras eólicas han tenido que parar algún proyecto en Euskadi

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Cuando las promotoras dicen que la tramitación de un parque renovable es una carrera de obstáculos no es porque sí. Solo hay que ver cómo han evolucionado los primeros proyectos lanzados por algunas grandes compañías en los inicios de esta nueva fase de despliegue eólico en Euskadi.

A punto de comenzar en Labraza la construcción del primer bloque de aerogeneradores en el territorio después de 20 años de parón, pueden contarse con los dedos de una mano los parques eólicos que han obtenido una declaración de impacto ambiental (DIA) favorable.

A ese mismo de Labraza, cuya construcción está prevista para los próximos meses, se suma la otra iniciativa de Aixeindar (Iberdrola y Gobierno vasco) más avanzada, el parque de Azazeta. Recientemente ha recibido una DIA favorable también el complejo Larragorri, de Capital Energy, en la zona de Llodio pero compartiendo suelo alavés y vizcaíno (alcanza el municipio de Orozko).

Iberdrola y Capital Energy son, además de dos de los grandes actores en renovables en España, las empresas que pueden sumarse tantos relevantes en esta carrera en Euskadi, aunque no por ello se han librado de algún varapalo burocrático.

Parque eólico de Oiz de Iberdrola, en Bizkaia.

Parque eólico de Oiz de Iberdrola, en Bizkaia.

Los primeros frenazos

La energética de Ignacio Sánchez Galán 'juega en casa' y tiene a su favor el hecho de que conoce el terreno y cuenta con experiencia en la instalación ya de otras megaestructuras eólicas operativas desde hace dos décadas en Euskadi. Iberdrola es ahora mismo la compañía que lidera el despliegue renovable en suelo vasco, también en el apartado fotovoltaico, pero con todo no pudo sacar adelante por ejemplo el proyecto eólico para Laminoria.

Curiosamente, el Gobierno vasco sí ha dado luz verde a la parte fotovoltaica del complejo mixto que proyectaba Aixeindar en Álava, pero no a los aerogeneradores al considerar que tendrían un impacto grave en aves y otras especies animales agravado por la proximidad geográfica de Azazeta.

En cuanto a Capital Energy, la compañía con sede en Madrid ha tenido que renunciar al parque de Ezkeltzu, en Gipuzkoa, por las interferencias que podrían tener los molinos con la seguridad aérea. La filial Green Capital del grupo que encabeza Jesús Martín Buezas mantiene vivos sin embargo varios proyectos eólicos más en Euskadi que sí podrían salir adelante.

Parque eólico Baillie de la compañía Statkraft en Escocia / STATKRAFT

Parque eólico Baillie de la compañía Statkraft en Escocia / STATKRAFT

El modelo Statkraft, en el aire

En el plano de resoluciones desfavorables hay que destacar la denegación del permiso por parte del Gobierno central al complejo Itsaraz de Statkraft, la promotora noruega que llegó a Euskadi hace tres años bajo la promesa de impulsar un nuevo modelo energético más sostenible y social.

Eran ocho aerogeneradores entre Álava y Gipuzkoa que superaban los 60 MW de capacidad conjunta, por lo que conceder o no el permiso era decisión del ministerio de Transición Ecológica. Otro proyecto de Statkraft en Euskadi, el de Piaspe, ha despertado el rechazo de los consistorios de Zestoa, Errezil y Azpeitia y se encuentra en fase de alegaciones.

Además, esta misma semana Fisterra Energy, del fondo Blackstone, ha recibido declaración ambiental desfavorable para su parque de las Encartaciones, en Bizkaia. La promotora de Pedro Barriuso arrancó con grandes ambiciones este nuevo boom eólico en Euskadi a través de Euskal Haizie pero ya son tres los proyectos a los que por diversas causas ha tenido que renunciar.