
AVS compite en la carrera europea por lanzar el primer satélite capaz de recoger basura espacial
AVS compite en la carrera europea por lanzar el primer satélite capaz de recoger basura espacial
La compañía vasca AVS tiene previsto lanzar cuatro satélites más en los próximos cinco años
LUR-1, el primer satélite de AVS 'made in Euskadi', ya está en el espacio
AVS se hace con el contrato de la ESA que estudiará la materia oscura del espacio
Si hay un sector que está resistiendo al contexto geopolítico y económico global y presentando, lejos de lo que ocurre con otros, previsiones de crecimiento, es el aeronáutico y aeroespacial. La hoja de ruta de este para los próximos años pasa por una apuesta clara de colaboración público-privada y especialización en ámbitos todavía no tan explorados, todo ello en vistas a conseguir ganar una ‘carrera espacial’ clave esta década.
Euskadi cuenta con numerosas y distinguidas compañías que forman parte de dicha carrera, entre las que destaca la firma AVS -Added Value Solutions-, referente en Euskadi y encargada de enviar al espacio, el verano pasado, el primer satélite “made in Euskadi”.
Su CEO, Miguel Ángel Carrera, califica este lanzamiento como “un éxito” que ha permitido que la firma vasca recabe datos sobre el territorio, información que es descargada y va a parar a su base de operaciones, en el Parque Tecnológico de Miñano.

Trabajadoras de AVS
Carrera europea por ser el primero
Con este proyecto navegando ya de manera independiente, la compañía se centra en los próximos lanzamientos. Y es que, apunta Carrera, si todo va según lo previsto, tienen pensado lanzar cuatro satélites más hasta 2030, entre ellos LUR-2, sucesor de ya activo, y ROADS, satélite doble que demostraría la capacidad de unir dos elementos en el propio espacio.
Destaca además CAT-IOD, un satélite cuya fecha de lanzamiento está prevista dentro de tres años, en 2028, en el marco de colaboración con la Agencia Espacial Europea. Su objetivo es salir al espacio con una finalidad, “ir a por LUR-1, cogerlo en el espacio y deorbitarlo hasta su desintegración en la atmósfera”.
Lo que en palabras no tan técnicas significaría “recoger la basura espacial”, una práctica en la que diferentes países de la Unión Europea están ya trabajando con el objetivo de dar salida a todos los restos de satélites que, una vez acabada su vida útil, quedan en el espacio. Algo cada vez más común, avisa Carrera, ante la bajada del coste de enviarlos al espacio, y, por tanto, la mayor presencia de los mismos. “De esta manera no solo se elimina la basura, sino que se habilitan espacios para nuevos satélites”, señala.
Palabras simples para explicar un proceso técnico y complejo que, de llevarse a cabo con éxito, posicionaría a Euskadi más si cabe como referencia aeroespacial y como líder en esta carrera europea por “ver quién es capaz de coger y deorbitar un satélite”.
Estudio de la materia oscura
Además, la guipuzcoana AVS, con sede en Elgoibar e instalaciones en Miñano, lograba a comienzos del año con el contrato de la ESA dirigido al estudio de materia oscura en el espacio: ARRAKIHS.
La primera Misión Astrofísica Rápida de la Agencia Espacial Europea liderada por España, misión que, a través de dos contratos paralelos -de los cuales uno de ellos ha ido para la firma vasca-, estudiará la materia oscura “mediante la observación de los contornos de las galaxias”. Un estudio que se realizará a través de un satélite diseñado por esta firma, que previsiblemente será lanzado en 2030, de gran tamaño -similar al de un coche- y peso -superior a los 500 kilos-.