La comedia negra ‘Votemos’ pone sobre la mesa la enfermedad mental.

La comedia negra ‘Votemos’ pone sobre la mesa la enfermedad mental. VT

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La comedia negra ‘Votemos’ pone sobre la mesa la enfermedad mental

Dirigida por Santiago Requejo sobre su propio cortometraje nominado al Goya

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Tenemos, los espectadores, una extraña capacidad de reírnos ante las “desgracias” (con o sin comillas) que vemos en pantalla. Chaplin y Keaton ya lo entendieron cuando provocaban las carcajadas de todo el mundo con la mala suerte del primero y los tortazos del segundo.

Pero aquel humor quizá más básico, es ciertamente inocente, aquel humor que tomó para sí Mr. Bean y tanto otros. El humor negro es otra cosa. No es inocente y logra que nos riamos, no sin cierta malicia, de temas serios, oscuros, deprimentes, incluso, desde 'Teléfono rojo, volamos hacia Moscú', pasando por 'Farg'o o 'Relatos salvajes'. 

Algo tiene el drama, algo tiene de grotesco o comprensible, que cuando logra pasar cierto Rubicón, pasamos de empatizar con esa desgracia, para empezarnos a reír de ella.

Y eso pasa en 'Votemos'. Una comunidad de vecinos se reúne para votar el cambio de ascensor de la finca cuando uno de ellos comenta que ha alquilado su piso a un nuevo inquilino que llegará en los próximos días.

Todo son comentarios amables y felicitaciones hasta que, como una bomba, cae la noticia de que este nuevo inquilino tiene una enfermedad mental. Esta noticia provocará una reacción en cadena de comentarios y acontecimientos que sacará lo peor de todos ellos de manera cada vez más sorprendente. 

El largometraje se basa en el cortometraje homónimo del director Santiago Requejo realizado en 2021 que fue nominado al Goya al mejor corto de ficción y que se basa, a su vez, en la obra de teatro que el propio Requejo escribió.

La película pone sobre la mesa la enfermedad mental, un tema todavía tabú en las sociedades modernas donde muchos asuntos siguen aún escondidos debajo de la alfombra por miedo, seguramente, al rechazo y la incomprensión

Producida en esta ocasión por Prime Video y Telemadrid, la película tiene un más que solvente elenco actoral compuesto por Clara Lago, Tito Valverde y Gonzalo de Castro entre otros espléndidos actores. Pero de entre todos ellos, Raúl Fernández brilla con luz propia dando vida a este propietario que tiene, quiere y puede alquilar su piso a quien le dé la gana.

La película pone sobre la mesa la enfermedad mental, un tema todavía tabú en las sociedades modernas donde muchos asuntos siguen aún escondidos debajo de la alfombra por miedo, seguramente, al rechazo y la incomprensión.

También habla de los prejuicios, de la insensibilidad y la paranoia, del egoísmo y el miedo. Sí, sí, que los enfermos tengan todos sus derechos, pero en su lado de la calle, sin entrometerse en mi vida, sin hacer ruido. 

Porque el egoísmo, la paranoia, el miedo, la insensibilidad y los prejuicios, bien escritos y mal entendidos, pueden ser puñeteramente graciosos

Todo ello, que en realidad es muy dramático, no sabemos por qué ni de qué modo, acaba provocando en 'Votemos' una suerte de risotadas nerviosas porque, en el fondo, lo que plantea es horrible, pero nos hace mucha gracia. Porque el egoísmo, la paranoia, el miedo, la insensibilidad y los prejuicios, bien escritos y mal entendidos, pueden ser puñeteramente graciosos.

Y eso pasa en 'Votemos', un filme profundamente realista que nos hace cuestionarnos a nosotros mismos, tomar partido y preguntarnos, en voz baja, “¿Y yo qué haría?”.