Las ayudas fiscales al cine impulsan el empleo del sector artístico vasco al máximo histórico

La apuesta de las haciendas vascas por convertir el territorio en un plató de películas y series empieza a dejar números significativos sobre el impacto de estos proyectos en la economía. Los incentivos fiscales han reactivado la industria cultural y ayudan a situar el volumen de empleo de todas las actividades artísticas por encima de 20.000 trabajadores por primera vez desde que hay registros.

La Diputación de Bizkaia, pionera en la aprobación de este tipo de incentivos, operativos desde 2023, ya dio cuenta hace un par de meses de un fuerte incremento en el número de empresas y trabajadores en la industria audiovisual en el territorio, con un avance del 50% en diez años, muy por encima de la media del sector.

A Bizkaia se sumaron luego las haciendas guipuzcoana y alavesa, de forma que ya el pasado año hubo un boom de productoras en especial vinculadas a la producción de cine y música que colocaron su domicilio social en Euskadi para abaratar los costes de desarrollar estos proyectos.

Esa dinámica continúa este año, como se destaca desde la consultora LKS-Next, una de las que más ha profundizado en este campo, en lo que es un síntoma claro del atractivo que ha despertado el sistema fiscal vasco en productoras fundamentalmente de Madrid, si bien aun no hay cifras sólidas del impacto económico de estas ayudas a nivel de toda la comunidad autónoma.

Gipuzkoa aprobó los incentivos fiscales para el cine tras el éxito de Bizkaia con 151 rodajes en 2023 / SSGFC

Un techo inédito

Para hacer una aproximación, una panorámica general sobre la industria cultural vasca permite concluir que los incentivos de las haciendas están sentando bien al empleo.

Por primera vez en el inicio de este 2025 las actividades artísticas cuentan en Euskadi con más de 20.000 afiliaciones a la Seguridad Social, un techo inédito desde que hay estadísticas.

Escena de acción en 'La infiltrada', rodada en Euskadi y Navarra Mikel Blasco

El incremento es progresivo año a año, aunque hay un salto cualitativo en la parte final de 2022, justo antes de que Bizkaia aprobara oficialmente la normativa que aligera la carga fiscal de las productoras.

El efecto llamada por el anuncio de nuevas ayudas, lanzado por la diputación en el verano de aquel año, hizo que el grueso del incremento se concentrará ahí, aunque ha tenido continuidad en 2023 y 2024.

Rodaje de una película en Euskadi / X VG Film Office

Así, desde el verano de 2022 se registra un aumento de en torno a 4.000 empleos en el sector artístico, una escalada del 25% muy superior a la media del mercado de trabajo.

Ampliando el foco, desde que concluye la crisis del ladrillo se viene produciendo un ascenso en estas actividades en línea con la mejoría general de la economía que tiene su punto de inflexión a partir de 2022.

Pese a que la configuración tributaria deja en manos de las haciendas forales estas rebajas fiscales, lo cierto es que la apuesta por atraer rodajes es coral en todo el territorio nacional. El Gobierno central ha creado recientemente la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT) para canalizar ayudas para impulsar el sector, que entre 2021 y 2024 superaron los 1.600 millones de euros.