Adiós a la pastelería más famosa de Euskadi: cierre inesperado tras 70 años de calidad hostelera

Bilbao está de luto. La histórica pastelería Bizkarra baja la persiana de todas sus tiendas y obradores la siguiente semana tras décadas de servicio y después de pasar 70 años endulzando los desayunos y las meriendas de miles de bilbaínos. 

Pero no se trata realmente de un hasta siempre, sino de un hasta luego para algunos locales de la firma. "Estimados clientes y amigos, con gran pesar os anunciamos nuestro próximo cierre", anuncia la pastelería en sus redes sociales.

Todo ha ocurrido tras un momento de reestructuración en el que "no se ha podido hacer viable continuar la actividad" como pretendían. Sin embargo, el comunicado avisa de que algunas podrían continuar "en activo bajo otra marca". Así, el 30 de junio cerrará sus puertas.

Bizkarra se despide de Bilbao

Tristeza para los vecinos de la villa, quienes han crecido degustando los dulces, los pasteles, las palmeras rellenas, los bollos de mantequilla, los pasteles vascos y los turrones vascos más curiosos del momento.

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Bizkarra se despide lanzando un agradecimiento. "Ha sido toda una vida dedicada a un oficio que nos apasiona… y hemos tenido el placer y el honor de poder compartir esta pasión con un gran equipo, la mejor clientela, expertos colegas, proveedores y colaboradores de confianza, además de muchas amigas y amigos que hemos hecho en todo este tiempo".

La pastelería se ganó los corozones de los vecinos por su carácter propio. Esta es, como exponen en su propia web, una marca familiar de tercera generación que ha marcado a toda una familia y dedicada a las especialidades de panadería y pastelería. 

"El afán por innovar les ha llevado a seguir un camino diferenciado sin renunciar a su espíritu netamente artesanal, una receta que les ha permitido crecer y evolucionar con importantes reconocimientos", apunta la web.

Todo empezó en el año 1957, cuando Esteban Bizkarra abrió la pastelería en la localidad de Usansolo, en Bizkaia. Hoy todo ha evolucionado en los obradores de la marca, menos "lo principal": la fidelidad al producto natural y a "los procedimientos de elaboración" que mantienen una esencia original.

Una de las tiendas de Bizkarra. Bizkarra

Los detalles contaban para Bizkarra, desde los sabores y las texturas hasta los ingredientes y los colores. En sus obradores se cultivaba el producto de temporada. "Las fiestas tradicionales, la cosecha de frutas, los nuevos hábitos y otros muchos “porqués” llenan el calendario anual con sabores de pastelería y panadería que tienen toda una historia que contar".

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En sus propuestas se mantenía la "mejor tradición pastelera y panadera de esta tierra" gracias a las especialidades "típicas y únicas del País Vasco y Bizkaia". El espíritu "innovador" se encargaba de dirigir su estrategia.

Con esta marca se añade otra más a la lista de los cierres que está sufriendo la capital vizcaína. Entre ellos destacan el cierre del popular restaurante Kirol, caracterizado por su 'merlucita frita'; y Pentxo, donde el muñeco de la entrada que todos los vecinos recuerdan se despedía de la ciudad el pasado mes de marzo, entre otros.