Salto BASE - Imagen Archivo / Wikipedia

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Sociedad

Alex Txikon, alto y claro tras la polémica del salto en paracaídas: “Es peligroso y muchos se han quedado por el camino”

El vídeo del salto, grabado por un desconocido, se viralizó en redes, generando tanto admiración como preocupación

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El reciente salto BASE desde una de las torres de Garellano en Bilbao, a 119 metros de altura, ha reabierto un debate complejo sobre los límites del deporte extremo y la legalidad en torno a estas prácticas. El vídeo del salto, grabado por un desconocido, se viralizó en redes, generando tanto admiración como preocupación.

El salto BASE, considerado una de las disciplinas más extremas, consiste en lanzarse desde estructuras fijas —como edificios, antenas o puentes— con la ayuda de un paracaídas. Su carácter clandestino y el alto riesgo que conlleva lo han situado en el punto de mira de las autoridades y especialistas.

Pedro Achiaga, presidente de la Federación Vizcaína de Deportes Aéreos, ha sido tajante en sus declaraciones a EITB: “A mí no me gustan esas cosas porque es poner en mal sitio a los deportistas que lo hacen bien”.

Además, recuerda las limitaciones legales que existen en España para practicar paracaidismo: “Tenemos una legislación muy especial. En España y, concretamente, en Euskadi, hacer paracaidismo es muy difícil. De hecho, la mayoría de la gente va a Francia o a Huesca”.

Por su parte, uno de los nombres más conocidos en el mundo del salto BASE, Álex Txikon, ha querido pronunciarse con claridad. En declaraciones a EITB, ha recordado su propia experiencia: “Realicé el salto dos veces hace 11 años, espero que haya prescrito ya. Nos salió bien, no había nadie, fuimos de madrugada”.

También ha hecho hincapié en el grado de preparación que exige esta práctica: “Tú preparas el salto, te haces un croquis y apuntas todo lo que ves (bancos, cables…) y con disimulo te mides el espacio donde tienes que aterrizar”.

¿Merece la pena poner tu vida en peligro?

No siempre sale bien, pues hay a veces que te pueden pillar y no tienes nada que hacer, pues al final no es una práctica que puedas realizar en cualquier lugar. “Hay muchas veces que nos ha pasado, que hay un segurata al lado, te han cogido la Ertzaintza y dices ‘mea culpa, lo siento, sé que lo estoy haciendo mal’ y lo reconoces”.

Pero también advierte con firmeza del precio que puede tener: “Es un deporte muy peligroso, que son muchos las personas que se han ido quedando en el camino”. Tras el fallecimiento de su amigo Carlos, Txikon afirma haberse replanteado su futuro en este mundo: “Yo todos los años he tenido las ganas de saltar, pero después del accidente de Carlos te preguntas que no merece la pena esto y creo que no voy a volver a saltar”.