
Pello Otxandiano, de Bildu, antes de comenzar el Pleno ordinario en el Parlamento Vasco a 5 de junio de 2025 Efe
Bildu propone una ley que regule la exigencia del euskera para los empleos públicos
La coalición soberanista pide exigir euskera y castellano "como principio general" pero incluye "flexibilidad" para ofertar plazas sin lengua vasca
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Bildu ha propuesto este martes una ley para regular la exigencia del euskera para todos los empleos públicos. La coalición abertzale ha registrado en el Parlamento Vasco esta proposición para modificar la Ley de Empleo Público.
Pello Otxandiano, el portavoz de Bildu, ha explicado en una entrevista en Naiz Irratia que el objetivo es dotar de "seguridad jurídica" a la exigencia del euskera para acceder a un puesto de trabajo en las instituciones vascas. En este sentido, la proposición de ley propone que la ley que regula este asunto exija la acreditación del conocimiento del euskera y castellano tanto oral como escrito.
Según la coalición abertzale, "de esta manera se evitaría lo que está sucediendo en estos momentos", que "los tribunales están modificando la ley legislando desde los juzgados".
Índice de exención
En Galicia, Cataluña y Comunidad Valenciana ya existe este principio, así como la excepción en determinadas plazas. Según Bildu, debe depender de las circunstancias sociolingüísticas del lugar o a "los criterios definidos en sus instrumentos de planificación lingüística".
En este sentido se contempla incluir un "índice de exención": un porcentaje máximo de plazas para las que no se exija el conocimiento del euskera, aunque sí se valoraría como mérito.
Se trata en definitiva de que la exigencia lingüística sea generalizada, pero con "flexibilidad" para "adaptarse a las distintas realidades organizativas y sociolingüísticas", ha explicado la coalición abertzale.
Eslabones de la propuesta de ley
La propuesta también plantea destinar más recursos y facilidades para el aprendizaje del euskera, como liberaciones horarias, apoyo específico para quienes hayan accedido a la función pública sin acreditar el nivel lingüístico y planes de formación personalizados.
También propone "un cambio de paradigma en los sistemas de acreditación y evaluación" pasando de un modelo basado en exámenes a uno de "evaluación competencial y basado en el desempeño real, orientado al uso efectivo" del euskera.