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El asunto de la semana en la política vasca ha sido, sin duda, la inmigración. La polémica surgió a raíz de las palabras del lehendakari, Imanol Pradales, durante un acto en el que se habló del reto demográfico de Euskadi: "¿Qué tipo de inmigración necesitamos y cuál estamos recibiendo?", preguntó.  

Pocos días después, la delegada del Gobierno en Euskadi, Marisol Garmendia, calificó las declaraciones del lehendakari de “estar más cercanas de la caverna y de los mensajes viejos y retrógrados de PP y Vox”. 

A las críticas de la delegada del Gobierno, se sumaron la del resto de formaciones políticas. Unos, como Podemos y Sumar, tildaron las palabras de Pradales de “racistas y xenófobas”. Y otros, como el PP vasco y Bildu, aseguraron que los socios de Gobierno “fingen” discrepancias o que esto evidencia la “endeblez” entre el PNV y el PSE-EE. 

Poco después, las declaraciones del secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, terminaron de hacer estallar la polémica y entonces jeltzales y socialistas comenzaron a lanzarse todo tipo de ataques. 

Crisis en la coalición

Han sido muchos los movimientos y los cruces de acusaciones a lo largo de la semana entre los socios, sumados a los reproches por parte de la oposición. 

Desde la puesta en duda de Andueza de que el PNV tuviese ganas de mantener el Gobierno de coalición, las acusaciones a este de “provocador” por parte de los nacionalistas vascos, el Gobierno vasco manteniéndose al margen o la metáfora de Pradales del "resfriado y el paracetamol"

Aunque finalmente este viernes enterraron las hachas de guerra y pusieron fin a sus diferencias, el asunto ha dejado entrever las grandes discrepancias que mantienen los socios de Gobierno en materia de inmigración.

Y, es más, podría decirse que esta ha sido la mayor crisis que ha atravesado desde que el PNV y el PSE-EE gobiernan en coalición en Euskadi. 

Mediante el “diálogo” y gracias a las palabras del lehendakari —hablaba de “humanismo”, entre otras cosas— durante el pleno de control en el Parlamento vasco, ambas partes han puesto fin a una crisis que no les beneficiaba en absoluto.

El secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza Adrián Ruiz-Hierro EFE

El TAV, otra polémica reciente

La de la inmigración no es la única polémica en la que, recientemente, se han visto envueltos jeltzales y socialistas vascos. 

En el mes de abril, la conexión del TAV con Navarra provocó los reproches de Eneko Andueza por, precisamente, también unas declaraciones del lehendakari. 

Pradales aseguró que "la postura del Gobierno vasco sobre la conexión sigue siendo la del informe de 2018 que apuesta por Ezkio-Itsaso bordeando la sierra de Aralar". 

El líder socialista afeó estas palabras y pidió “prudencia” y “respeto por lo acordado” al lehendakari, en referencia a los informes técnicos. 

Desde el Gobierno vasco, como con la inmigración, restaron importancia al asunto y señalaron que no iban a distraerse en “polémicas estériles”.