
El presidente de BBVA, Carlos Torres / David Zorrakino / Europa Press
Euskadi vigila de refilón la OPA de BBVA: 'tirón de orejas' a Torres en pleno debate del arraigo
Más información: Esteban coge el guante de Pradales en el arraigo con el toque de atención a Torres
Más información: Esteban, sobre BBVA: "No es realmente vasco"
Hace poco más de un mes, en plena disputa antes del veredicto del Gobierno de Sánchez sobre la OPA de BBVA por el Sabadell, el PNV sorprendía con un llamativo tirón de orejas al banco de Carlos Torres. Desplazados del centro del debate político en torno a la OPA, en el que ha pesado el interés catalán en preservar una entidad propia, los jeltzales advirtieron del deterioro del nexo entre BBVA y Euskadi.
Pese a los orígenes de la entidad y a que preserva su sede social en Bilbao, BBVA no es un banco "realmente vasco", lanzó Aitor Esteban en un mensaje de gran carga simbólica en un momento en el que el arraigo ha escalado al primer nivel político.
No deja de ser significativo que el líder jeltzale reclamara mayor conexión económica con las empresas vascas en un contexto en el que arranca la llamada Alianza Financiera Vasca impulsada por el gobierno de Imanol Pradales con iniciativas ambiciosas sobre la mesa como los 500 millones que quiere movilizar Kutxabank a través de Indar para entrar en compañías en crecimiento.

El presidente del PNV, Aitor Esteban, participa en un acto en Azkoitia.
OPA 'tocada' pero no hundida
Por lo demás, la pugna entre la entidad de Carlos Torres y la de Josep Oliu ha discurrido principalmente entre Madrid y Cataluña con un desenlace de cierto consenso político en ambos lados para taponar la OPA.
Es la segunda acometida en poco tiempo de BBVA para hacerse con el control del banco catalán, en este caso en forma de OPA hostil, que se topa en este caso con una serie de trabas sobre todo en forma de amplios plazos y límites para la reducción de costes por parte del Ejecutivo central que hacen mucho menos atractiva la operación, que en ningún caso está aun descartada.

Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell, y Carlos Torres, presidente de BBVA
BBVA es ya un gigante con vocación mundial, de ahí la necesidad de seguir ganando volumen para poder mirar de tú a tú a los otros grandes bancos internacionales.
Y hay que recordar que ese mismo debate sobrevoló en su día sobre las antiguas cajas vascas cuando se gestó Kutxabank. Aun hoy los gestores del banco, ahora con Antón Arriola a la cabeza, acuñan siempre que pueden que mantenerse como entidad mediana es lo que ha permitido conservar las raíces y la aportación económica a Euskadi.

Reunión del presidente de BBVA, Carlos Torres, con agentes empresariales vascos
En ese sentido, pese a que BBVA ya voló a nivel de gestión a Madrid, el viejo Banco Bilbao es un miembro más de la Alianza Financiera Vasca en la que están otras entidades financieras, las EPSV, Elkargi y otros agentes del mundo de la inversión.
El propio Carlos Torres ha estado reunido este año con Tamara Yagüe, de Confebask, y otros primeros espadas de la empresa vasca para reforzar los compromisos de la entidad con el tejido empresarial de Euskadi, al que hizo llegar 3.500 millones de euros el pasado año con un patrimonio bajo gestión en fondos de 5.600 millones al cierre del ejercicio.