
Trabajador de Bridgestone
El Gobierno aclara las cuotas de la seguridad social que Bridgestone se ha deducido desde 2018
Responde sólo en parte a cuatro diputados de Bildu, PNV, Sumar y Podemos que preguntaron en plena huelga de los trabajadores
Más información: Bridgestone empieza a ejecutar las salidas pactadas
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El Gobierno de Pedro Sánchez ha respondido esta semana a la pregunta que cuatro diputados de Bildu, PNV, Sumar y Podemos plantearon de forma conjunta en plena huelga de los trabajadores de Bridgestone para negociar las condiciones del ERE anunciado por la empresa.
Con el expediente de regulación de empleo ya cerrado, el Ejecutivo evita valorar esta situación laboral pero sí ofrece datos sobre una de las cuestiones planteadas: qué subvenciones, exenciones fiscales y en cuotas a la Seguridad Social ha recibido la empresa japonesa desde 2018. O sea, responde pero sólo en parte a las cuestiones planteadas.
Se trata de una de las tres preguntas que registraron de forma conjunta, el pasado 8 de mayo, los parlamentarios Oskar Matute (EH Bildu), Enrique Santiago (Sumar), Idoia Sagastizabal (PNV) y Noemí Santana (Podemos).
En aquel momento, hay que recordar, los trabajadores de Bridgestone enviaron a Madrid una delegación para buscar apoyo institucional, contactar con diferentes grupos parlamentarios y registrar en el Congreso un escrito de denuncia de las intenciones de la multinacional japonesa fabricante de neumáticos.
Pues bien, el Gobierno ha respondido esta semana que, desde 2018, Bridgestone ha recibido un total de 102.347 euros en reducciones y exoneraciones de cuotas a la Seguridad Social, principalmente por programas ordinarios de deducción y por el ERTE vinculado al estado de alarma del año 2020, durante la pandemia. Datos que el Gobierno aporta tanto de Bridgestone Hispania Manufacturi como de Bridgestone Europe.
“Estas deducciones comprenderían las reducciones y exoneraciones establecidas para las empresas en la normativa vigente en cada momento”, explica el Ejecutivo.
El desglose por años es el siguiente: 2.035 euros en reducciones de cuotas a la Seguridad Social en 2018, 26.918 euros en 2022, 8.624 euros en 2023; 21.765 euros en 2024 y 10.186 euros en 2025. A este dato se sum la exoneración por ERTE de fuerza mayor en 2020, que suma 32.816 euros.
Con esta cifra, se pone de manifiesto el volumen de recursos públicos a los que ha accedido la empresa en forma de incentivos y bonificaciones durante los últimos siete años.
El expediente de regulación de empleo (ERE) de Bridgestone en su planta de Basauri concluyó oficialmente el pasado 2 de junio con la aceptación del 94% de las solicitudes de baja voluntaria presentadas por los trabajadores. De este modo, el 97 % de los 235 despidos se ejecutarán sin carácter forzoso, mientras que el 3 % restante —alrededor de siete personas— son salidas obligadas.
Con este resultado se ponía así fin a un proceso iniciado el pasado 1 de abril, marcado por intensas movilizaciones, huelgas y tensas negociaciones que duraron mes y medio. La propuesta final de la empresa fue respaldada por la plantilla el pasado 16 de mayo, abriendo un periodo de diez días para adherirse a las bajas voluntarias.
Según los datos trasladados por el comité de empresa, del total de salidas confirmadas, el 49% corresponde a trabajadores mayores de 55 años, mientras que el 48 % son menores de esa edad.
La empresa ha aplicado criterios pactados, como la exclusión de mayores de 53 años en ciertas áreas y límites departamentales, a la hora de aceptar las solicitudes. Unas salidas que ya están empezando a ejecutarse.
Un cierre con mirada al futuro
Bridgestone pone así punto final a uno de los conflictos laborales más relevantes del primer semestre en Euskadi, y centra ahora su atención en el plan industrial presentado junto a la oferta final.
La hoja de ruta contempla aumentar la producción anual de la planta vasca de 700.000 a 800.000 cubiertas, con la posibilidad de que las primeras 150.000 unidades adicionales se fabriquen también en Basauri y no en la planta alternativa de Polonia.
La compañía considera este plan clave para la reactivación de la factoría vizcaína, que ha visto desplomarse su volumen de exportaciones en el primer trimestre del año con una caída del 66 % respecto a 2023, en plena crisis de la automoción europea y bajo fuerte presión de la competencia china.
Con esta reestructuración, Bridgestone espera estabilizar la situación y evitar futuras medidas traumáticas, apostando por la especialización y la mejora del rendimiento en una planta históricamente estratégica para la compañía en el sur de Europa.