
Carlos de Palacio Oriol, presidente de Talgo
Talgo ha firmado un nuevo pedido de más de 60 trenes para Flix que, a priori, confirman que la imagen del fabricante ferroviario no ha sufrido un grave deterioro en el mercado pese a las idas y venidas en torno a su futuro accionariado. Es un pedido que la compañía de Carlos de Palacio prevé comenzar a fabricar en sus plantas españolas, lo que abre la incógnita de qué pasará con el otro gran encargo también desde Alemania, el de Deutsche Bahn, teniendo en cuenta la corta capacidad industrial de la firma de origen vasco.
A las puertas de que se materialice la entrada de José Antonio Jainaga en el accionariado, junto a Gobierno vasco, BBK y Vital, Talgo sigue dejando más sombras que luces, también en el apartado del negocio. Con pérdidas de 7 millones en el primer trimestre y un descenso de la facturación, la sensación es que hay un problema de 'exceso de cartera' real. La entrada de Jainaga deberá ir acompañada de importantes inversiones primero para saldar cuentas con clientes como Renfe y luego para ampliar las instalaciones para no tener problema similares con el resto de socios.